Desde hace tiempo se vienen detectando prácticas más que habituales y totalmente irregulares en algunas empresas, especialmente en aquellas de mayor tamaño, cuando se producen accidentes de trabajo de poca gravedad y corta duración.
Estas argucias empresariales tienen como objetivo final camuflar sus verdaderos datos de siniestralidad para no ser punto de mira de la autoridad laboral y hacer caso omiso a sus obligaciones preventivas ante los accidentes de trabajo. Ya que las empresas con elevados índices de siniestralidad suelen ser objeto de visitas por parte de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS), que en la mayor parte de los casos, supone sanciones y obliga a los empresarios a implantar múltiples medidas preventivas y, en definitiva, a invertir en esta materia.
Los modos de actuación son diversos: la infradeclaración y el subregistro de accidentes de trabajo, el descanso o reposo preventivo, o la recolocación en una segunda actividad con la llamada modificación de tareas (modified duty). Son prácticas en las que están implicados empresas, médicos de mutuas y servicios de prevención, y en algunos casos, desgraciadamente, también los propios trabajadores/as, por miedo a perder sus empleos, o incluso comités de empresa que por desconocimiento participan en ellas con la falsa creencia de que son la solución más adecuada y beneficiosa en las circunstancias por las que están pasando sus com¬pañeros/as accidentados/as.
Estas argucias empresariales tienen como objetivo final camuflar sus verdaderos datos de siniestralidad para no ser punto de mira de la autoridad laboral y hacer caso omiso a sus obligaciones preventivas ante los accidentes de trabajo. Ya que las empresas con elevados índices de siniestralidad suelen ser objeto de visitas por parte de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS), que en la mayor parte de los casos, supone sanciones y obliga a los empresarios a implantar múltiples medidas preventivas y, en definitiva, a invertir en esta materia.
Los modos de actuación son diversos: la infradeclaración y el subregistro de accidentes de trabajo, el descanso o reposo preventivo, o la recolocación en una segunda actividad con la llamada modificación de tareas (modified duty). Son prácticas en las que están implicados empresas, médicos de mutuas y servicios de prevención, y en algunos casos, desgraciadamente, también los propios trabajadores/as, por miedo a perder sus empleos, o incluso comités de empresa que por desconocimiento participan en ellas con la falsa creencia de que son la solución más adecuada y beneficiosa en las circunstancias por las que están pasando sus com¬pañeros/as accidentados/as.