Hablamos de maternidad/paternidad porque consideramos que la maternidad trasciende
el hecho biológico del embarazo, parto y lactancia natural que es exclusivo de mujeres,
ya que también tiene que ver con el concepto de cuidado de las hijas y de los
hijos. Es una responsabilidad que debe ser compartida, gestionada, sostenida y llevada
a cabo por cualquier persona progenitora (biológica o adoptiva) y/o cuidadora, ya sean
hombres o mujeres.
Hay que seguir trabajando en la protección del embarazo, del parto y de la lactancia
desde los centros de trabajo, pero hay que poner el foco en el después. Tenemos que
ampliar el concepto de protección de la maternidad y hablar de cuidados, pero no desde
un enfoque doméstico, sino desde un enfoque social y laboral.
Si bien, la legislación laboral va incorporando permisos y prestaciones para facilitar la
aplicación efectiva de las políticas de conciliación y corresponsabilidad, la negociación
colectiva ha de contribuir a la mejora de los permisos establecidos laboralmente. Si la
persona trabajadora puede conciliar de forma adecuada su vida profesional con su vida
personal y familiar, redundará de manera positiva en el clima laboral de la empresa, mejorando
de este modo el desempeño y favoreciendo un aumento de su competitividad.