
Para poder entender la dimensión planetaria de la utilización industrial del amianto bastan algunos datos: entre los años 1970 y 1995 se producían 2,6 millones de toneladas anuales que tenían más de 3.000 aplicaciones industriales distintas. En cuanto a las víctimas resulta imposible cuantificar el número de personas que han trabajado en contacto con él, pues estamos hablando de millones de seres humanos.
Frente al desastre humano, necesitamos sumar esfuerzos para paliar en lo posible sus terribles consecuencias. Por ello desde CCOO no podemos dejar de actuar para que la prohibición de extraer, utilizar y comercializar el amianto se lleve a todos los países del mundo. Debemos trabajar para que se pueda identificar el amianto instalado y se actúe con planes estrictos para realizar el desamiantado sin que se originen riesgos para los trabajadores y las personas del entorno cercano.
Pero el máximo esfuerzo lo tenemos que realizar con los afectados y las víctimas del amianto descubriendo quiénes son. Muchos habrán ya fallecido y nunca supieron ellos ni sus familiares que su enfermedad fue originada durante su vida laboral; al resto hay que hacer seguimiento y vigilancia de su salud, reconocerles su enfermedad profesional e indemnizarles por el daño causado.
Esta guía pretende ser una herramienta de ayuda y de conocimiento para la acción sindical de comités de seguridad y salud y de delegados y delegadas de prevención. Y también un instrumento de sensibilización más allá de nuestro ámbito, que permita generar sinergias tendentes a la consecución de los objetivos planteados en defensa de la salud en entornos sociales y laborales.
Madrid, abril 2011.
Promueve: CCOO de Madrid
Dirige y realiza: Secretaría de Salud Laboral de CCOO de Madrid
88 pag. 16×24 cm.