Las diferencias sociales, laborales y biológicas entre hombres y mujeres justifican ampliamente la necesidad de incorporar la dimensión de género en la prevención de riesgos laborales. Se hace imprescindible abordar de forma conjunta las dimensiones mujer, salud y trabajo para avanzar en la mejora de las condiciones de trabajo, salud y vida de las mujeres, permitiéndonos ir más allá de la protección de la salud reproductiva y de la maternidad.