En las últimas dos décadas, el cambio climático ha pasado de ser un tema casi exclusivo de círculos científicos a ocupar un lugar cada vez más importante entre las preocupaciones de la sociedad y de la agenda política.
El cambio climático es una amenaza apremiante, real y directa para la salud. No tener cuidado del planeta significa no tener cuidado de nada más. El cambio climático está presente en todas las áreas de nuestra vida, afectando y modificando las condiciones en las que esta se desarrolla.
Necesitamos nuevas leyes, nuevas tecnologías, pero también un cambio cultural en el que los movimientos sociales tienen un papel protagonista. La clave del éxito es que más allá de las soluciones individuales, que también importan y aportan, tenemos que redescubrir la pasión del trabajo colectivo.