
El cuarto pilar del sistema de bienestar es como se ha calificado el derecho a ser cuidado y a cuidar. Si consideramos el cuidado como asistir a las personas que lo necesitan, es lógico pensar que todas y todos hemos necesitado que alguna vez nos cuiden, o lo vamos a necesitar, ya que es un problema ligado a la propia naturaleza humana. Parece claro, por tanto, que el cuidado debe ser considerado como un bien social necesario.
A esta realidad debemos darle la importancia que tiene. Se debe analizar de forma profunda y rigurosa, en la búsqueda del respeto a la dignidad de las personas cuidadas y de evitar las malas condiciones laborales de las trabajadoras y los trabajadores del sector.